La Minifalda

Contrariamente a André Courrèges, Mary Quant propuso una línea de vestidos más popular. Asimismo asequibles, futuristas y prácticas, sus colecciones Chelsea look obtuvieron muy rápidamente un éxito considerable, y la mini era el buque insignia de estas colecciones. Muy pronto, Mary Quant asoció a su invento unas botas altas. Paralelamente, aparecieron los modelos de confección en serie (el llamado prêt-à-porter), destinados a vestir las mujeres con elegancia y a precios moderados. Las adolescentes se apropiaron así de estas minis de colores atrevidos y claros, acaecidas un verdadero símbolo de la liberación de la mujer en un contexto de prosperidad económica que favorece la transgresión de las normas sociales. En España se vivía en esos años bajo la dictadura franquista. Con la llegada del turismo en las costas, además de una nueva fuente de ingresos, aparecieron nuevas formas de vida. Simultáneamente, empezaban a llegar a las fábricas y en la universidad las generaciones que no habían participado en la Guerra Civil española. Todos estos factores pusieron de manifiesto las limitaciones de un régimen autoritario, ya que el nivel de libertad personal y política de la población no aumentó de la misma manera. Pero la clase media, que había aparecido con el desarrollo económico de los sesenta, buscaba instintivamente menos coerciones, en parte, debido a la misma cultura de clase media, y también por la influencia de la televisión y las mayores facilidades para viajar, y también por los millones de turistas de la Europa rica y liberal que llegaban a España cada verano. El predominio del nacionalcatolicismo parecía haber llegado a su fin.