Las microfaldas es una falda extremadamente corta, que no hace más de 20 cm de largo y que, por tanto, no cubre mucho más que el sexo de la mujer, y las nalgas no del todo. A menudo la llevan algunas cantantes y bailarinas a sus espectáculos, como Fergie o Micky Green.
La diseñadora francesa Isabel Marant causó sensación cuando presentó su «microfaldas de talla alta» a la colección primavera-verano 2008. Consiste en una minifalda de longitud normal pero con la cintura un palmo más arriba, con el resultado de convertirse de hecho una microfaldas.
A menudo, las mujeres que eligen este tipo de falda tienen el deseo, consciente o no, de exhibirse a los ojos de todos. Para incrementar aún más esta sensación, la microfaldas se suele combinar con un tanga de tipo "string", por lo que se puede mostrar la parte baja de las nalgas completamente desnudas.
La microfaldas convirtió frecuente en los desfiles de moda durante los años 2000, especialmente después de la declaración de Tom Ford, diseñador americano de Gucci, sobre su absoluta preferencia por esta prenda a la colección primavera-verano 2003, así como fuerza otras colecciones, como el traje de chaqueta (con microfaldas) de la colección Versace.
La microfaldas se lleva a menudo sola en verano, pero también se puede llevar el resto del año por encima de un pantalón o de unos leggings, lo que se puso de moda a finales de los años 2000, por ejemplo con la actriz estadounidense Gwyneth Paltrow. De este modo, la pueden llevar todas las mujeres sin caer en el exhibicionismo.
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